domingo, 15 de junio de 2008

Querido diario...

Si comenzara con uno... comenzaría tal que así... "Querido diario...".

Mi sequía literaria sigue mi camino, o sea, que me acompaña allá donde voy. Pero necesitaba vomitar palabras, encadenar vivencias o emociones.
Si cierras los ojos puedes visualizar un lugar apacible, verde, cercano a los pies de una montaña, una de tantas, con bosques frondosos y riachuelos cristalinos, verdedas peatonales y paralelas a una calzada que un dia fue un camino asfaltado.
Un monasterio de otra época sería un destino idílico para perderse unas horas, escuchar el silencio y percibir con todos los sentidos. La intensidad de los colores con la vista, el aroma a frescura del rocío aún latente en el césped del paseo con el olfato, ese tintineo grácil del piar de pájaros juguetones cambiano de rama en rama de aquellos árboles del paseo donde se extendía el césped de intenso color a mi paso, con el oído. La calidez de unas manos que buscan las mías, rozando huellas, haciendo círculos, multiplicando por mil el código de un lenguaje que sólo ellas y las que buscan, conocen, con el tacto.
El gusto a tí.

Apenas 24 horas para sentir.

Hasta otro día, mi querido diario.

1 comentario:

joie dijo...

Cuántas vivencias para sólo veinticuatro horas, es interesante sentir las conexiones con la persona amada, pues esas mismas sensaciones las meditaba en mi interior mientras te miraba a través de mi pentaprisma, que sólo alcanza a ver la mitad de tu hermosura, y aún así, consigue que deslumbres allá donde te captura. Esos sentimientos se agolpan pero no molestan, me alegro de poder perderme contigo, todo es mágico.